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¿De dónde surge la Capellanía?

{mosimage}Según Noami K. Paget y Janet R McCormack (altas autoridades en Capellanía) y la North American Misión Board (de la SBC), la larga historia de la capellanía se inicia con el personaje de “Finees”, levita nieto de Aarón que respondió al llamado de Moisés para luchar como capellán (ver Num. 31:6).

En tiempos recientes:

En tiempos más modernos es a partir de John Gano, Ministro Bautista de la ciudad de Nueva York que sirvió de Capellán militar bajo las órdenes del General George Washington. De allí es que los Bautistas del Sur encontraron las raíces de su ministerio de Capellanía. -A través de la historia, Capellanes de diferentes denominaciones de la buena fe cristiana han sido guiados por el Espíritu Santo y han respondido al llamado de Dios para servir a la gente en sus diversas necesidades. Consorcio Shalom adopta el modelo de “Capellanes Con Compromiso”, según nuestra visión –Triple “C“-. Nosotros creemos que ser un Capellán es muchos más que portar una hermosa Credencial y lucir una Insignia Dorada igual a la de los policías… ser Capellán es ser un “SIERVO DE DIOS EN MOMENTO PROPICIO”. Shalom se lanza a levantar uno de los ejércitos más Honorables de Capellanes del Continente, USTED PUEDE SER UNO DE ELLOS.

 

Mas sobre el origen del Capellán

Mas preguntas y mas respuestas sobre donde inicio todo, quien lo invento o como fue su origen: su inicio tiene trasfondos arcaicos; las raíces de la historia de la capellanía se remontan a cuando Ilustres hombres y mujeres de religión frecuentemente acompañaban a Ejércitos que iban a la guerra, estos partían “No” como guerreros, sino como Sacerdotes al cuidado Espiritual de los guerreros. Capellanes viajaron con Sir Francis Drake y con George Washington durante la guerra de la revolución. Los Capellanes han sido consejeros y consultados por Reyes, Magistrados, Parlamentos y Gobiernos; también los encarcelados, enfermos y desahuciados o condenados consultan y se apoyan en complejo trabajo de los Insignes Capellanes.

 

La Historia más reciente y conocida sobre el origen:

La historia de los Capellanes, aunque se remonta aun a tiempos bíblicos, la tradición y los hechos la reincorporaran y asocian con una leyenda antigua sobre un joven conocido como San Martin de Tour, quien nació el año 316 D.C. en Panonia, una provincia Romana de ese entonces y que actualmente es parte de Hungría. El joven Martin seguía religiones paganas. Al cumplir 16 años se enlisto en las fuerzas militares romanas donde se destacó como soldado y oficial. A la edad de 21 años la tropa que el comandaba fue enviada a Amiens de Gaul, lo que hoy es Francia, y mientras estaba allí, una noche muy fría, el salió a caminar fuera del campamento y noto a un hombre mendigo quien suplicaba que le ayudaran y era ignorado por los transeúntes. El joven no tenía nada que ofrecerle a este hombre, ya que, solo tenía consigo la capa que llevaba puesta. Sin pensarlo dos veces, el se acercó al mendigo y después de romper su capa en dos, le ofreció la mitad a este hombre y el conservó el resto de ella.  -Esa misma noche Martin tuvo una visión donde se le revelo que este mendigo, en realidad era Jesucristo mismo. Esta visión perturbo a Martin y motivado por esa experiencia religiosa, el decidió hacerse Cristiano y más tarde fue bautizado por el Obispo San Hilario. Al compartir él su testimonio muchas personas aceptaron el cristianismo y más tarde la mitad de la capa que San Martin de Tour retuvo consigo, se convirtió en una reliquia y en un símbolo recordatorio del encuentro que él tuvo con el Señor Jesucristo. Esta mitad de la capa fue guardada en un baúl o cofre especial llamado Capellán o Capella. De allí viene el término capilla, que literalmente significa el lugar donde se encuentra la capa. La persona encargada de proteger la capa era el Capellanus, que en español es Capellán. Así que, los Capellanes están encargados de compartir y ofrecer el amor de Dios a todos aquellos que estén en necesidad. Estos hombres y mujeres aceptan el reto de ir donde no todos quieren ir y estar con los que nadie atiende.